martes, 17 de marzo de 2009

Anémonas azules... otra vez.


Casi son mis favo. Éso no lo puedo decir en la terraza porque no veas tú entonces la escenita de celos. Ésos tulipanes que han ido siempre de chulitos y de ser los niños mimaos... pero con este tiesto de anémonas es que se me va la olla!
Ya tengo obra nueva. Estoy super super orgulloso, la verdad. No sé si tengo explicado aquí cómo fue la cosa... sí, creo que algo conté en los días del Parador, en Alcalá. Aquellas cinco jornadas de -supuesta- concentración en las que no escribí una letra, que no hice más que intentar ligarme a alguien en el mariconeo complutense... sin éxito alguno, dicho sea de paso. Sííííí sí sí sí sí, es verdad. Bueno, pues se precipitó el asunto porque el viernes de la semana pasada, no: el anterior, me manda mensaje la acriz encarganda de la obra -minuto antes de entrar al Teatro de la Zarzuela a ver La Gran Vía, de Chueca. Con Loles León. No me gustó na de na. Me invitaron, por supuesto. De nuevo estoy en ésos límites de pobreza absoluta que tanto gusto frecuentar, como bohemio que he descubierto que soy- y me dice que si quedamos un día para ver cómo va lo que llevo escrito. Que qué tal el martes. Yo, que no tengo una línea que darle a probar, intento ganar tiempo y le propongo que mejor el Jueves "es que el Martes tengo animación a la lectura en un colegio". Mentira. Total que escribo de una tacada el arranque la noche del Domingo al Lunes de la semana pasada, y otro cacho gordo la noche siguiente, y un poquito más la otra... y el Jueves salvo la cara con mi amiga actriz presentandole lo que yo presumo ha de ser dos tercios de la obra definitiva. Le gusta lo que lee, dice... queda golosa de saber cómo continúa la historia, lo cual es muy muy halagador para mí... y no vuelvo a escribir mucho más. Pero como le dije que todo el resto ya lo tenía encarrilado -mentira- y que en cosa de una semana estaría toda la historia, pues... la noche del Domingo al Lunes me puse me puse... No pegué ojo, pero a las ocho de la mañana tenía todo mi segundo monólogo de los que voy a escribir en mi vida en negro sobre blanco. Acabado. Lo que yo creía dos tercios de la obra era sólo una mitad. La pobre se va a acordar de toda mi parentela cuando se meta ése tocho entre pecho y espalda, pero... ay chica, mira!... Con todo el subidón -soy dramaturgo, tía! SOY DRAMATURGO!- me fui a fotocopiarlo y a registrarlo en la Propiedad Intelectual. Me moría por leerselo ya a alguien, y claro... no puedo ir soltándolo por ahí sin tenerlo protegidito de algún modo! Por la noche, en El Bar se lo leí a las niñas, que siempre son muy generosas conmigo en halagos y fiestas a todo lo que hago. Lectura del tirón. Vaya, les gustó mucho... Yo estaba más largo que ancho! Y aún sigo. Y sólo tengo un come come: se lo mandé a la actriz y... no me ha dicho nada... con lo susceptible que yo me pongo con las cosas que hago y lo mal que me entra la crítica, a ver... porque me conozco, y como no le guste, voy a pensar de ella que es una patana y que no ha entendido na y que no sé porqué he malgastado mi talentacisisisísimo en una patana patana patana como ella... Ara bien, si le ha gustao, hay que ver la chica que criterio tan fino, tan esmerada sensibilidad... Qué pena doy, madre!
Las niñas me dijeron cosas preciosas de la obra. Yo, honestamente, estoy muy satisfecho de cómo me ha quedado armada la personalidad de la prota. Me parece muy creíble, y es lo que más me preocupaba: forjar una personalidad de mujer fuerte, simpática, que sea agradable para que la actriz empatice con ella, pero no perfecta... La estructura me parece un poquito menos resultona que la de la anterior -es que de la estructura de la anterior es de lo que más satisfecho estoy, jejeje!- y, en general, estoy contento.
Pero desconfío mucho de una cosa: en esencia, la he escrito en cuatro noches. Supongo que mi poso de cultura judeocristiana de veneración del trabajo y el esfuerzo... me impiden creerme autor de un buen producto si la cosa no me ha costado meses, vida y litros de sangre. Porque claro, sé que hay genios que hacen buenas obras apenas esforzándose. Pero son genios, no es cierto? Y ahí ya entra algo más que mi educación/adiestramiento en la católica modestia: tengo contundentes pruebas de que no lo soy. En serio: en mi afán por objetivizar todo y de tratar de deshacerme de falsas vanidades, pero también en mis ganas de disfrutar yo el primero de cuanta virtud me adorne -que pa eso es mía- creo que si tuviera pruebas de ser un genio, lo reconocería. Pero no chico, no lo soy!... Entonces... estas dos obras de teatro que llevo ya paridas sin dolor... qué son?... No sé, creo que soy ligeramente talentosillo para juntar la M con la A: MA... Éso, alguna gracia, y un par de facilidades más que, con sólo dos obras, aún no da tiempo para que nos demos cuenta de que son pocos ingredientes. Sospecho que si me meto a tercera, cuarta, quinta... con ésa facilidad para escribir, empezaré yo mismo a notar que me repito, que me cuesta crear personajes nuevos que no sean extensiones graciosillas de mí mismo... y será evidente que no, que un genio, no.
Pero anoche, delante de mis amigas, lo era... Jijiji... como el cuarto de hora de fama barjoliano, el cuartodhora de genio debería la humanidad entera sentirlo!... MOLA!...

miércoles, 4 de marzo de 2009

Tiña... sarna... herpes... la piel y sus cosas!


Ése crocus bonito...
Dejé pendiente en diciembre el ir a que me dijeran cómo quedaba la cosa de mis análisis de un-mes-después-de-la-crisis-Gran-A-Mayúscula... Estaba trabajando en la serie y tenía que llegar un día tarde al curro si quería saber los resultados, y como me encontraba bien pos pasé. El otro día en el médico, cuando se destapó el Tiñagate me recordaron que tenía eso pendiente. Que las transaminasas de aquel segundo sacasangres aún no estaban en su sitio y que fuera a que me vaciaran otra vez las venas. Asinque mañana voy. Comparado con el chute que regularmente le encajan al Seminarista por la cosa de la quimio, y que le han metido hoy precisamente por cierto, supongo que no tengo motivo de queja. Pero como soy un impresionable de mier... Ha sido decirme el médico que el asunto no está zanjado para volver a sentirme débil y que se me va la cabeza y que si no tendré cancer de hígado, por lo menos. Uno es hiperbólico hasta pa sus aprensiones, lo reconozco. Cuando me entra el canguelo de que estoy malo, no estoy "malo"... estoy moribundo!
Por otra parte, por la parte buena quiero decir, al menos pagué Marzo. No sólo hay foto de la anémona: también hay ya del jacinto y del crocus... y lo que se acerca! Rosal, Iris, Peonías, Ranúnculos, Freesias... Ay qué bonito, madre!... Me pagó La Capital Del Imperio lo que me debía de la función de Octubre... parece, vaya, que pagaré también Abril. Y me gusta me gusta ME GUSSSSSTA! Ayer hacía el ejercicio ése de visualizar algo que deseas, a ver si así se cumple. Visualizaba mi terraza. Cómo la organizaría si, además de ser el inquilino del 4ºB lo fuera también del 4ºA... Uf!... El pezón de punta!...
Tengo la particular teoría -bastante paradójica, como a mí más me gustan las particulares teorías- de que la gente, con ésto de la crisis, anda por el mundo bastante más sonriente. Me da el pálpito de que el personal está agradecido a la vida si puede llegar a fin de mes, y que la carrera por ser el más triunfador de la urbanización ha quedado pospuesta por un rato. Hay crisis... nos damos una tregua y cambiamos de coche pal próximo ejercicio económico? Sí? Vale que si la fiesta de cumpleaños de mi niño es un poco menos florida que la de tu niña, ninguno os vais a enfadar? Yo no me voy a enfadar cuando el vuestro cumpla años de nuevo y la tarta sea aún más barata que la mía!... Y así con todo. En serio! Yo no sé si es un arrdid engañoso de mi mente. Como soy serotoninómano y la tristeza no satisface para nada las necesidades de mi organismo, me da la impresión de que el muy ladino de mi cerebro anda preparandome una batería de excusas para, si finalmente fracasara en ésto de ser Artihtta en Madrí, volver a casa a vender camisas pero sin resentimiento alguno. Algo así como una tarjeta de presentación frente a los míos, familiares y vecinos. Un salvoconducto que dijera: "No, no es que haya fracasado... es que la crisis... ya sabéis!" y así ir con la cabeza alta entre ellos, y no deprimirme por no ser como aquella que creció en una pequeña ciudad called Alcobendas, donde pensar en recibir éste premio era un sueño not very realistic... Será eso lo que pretende mi cambenzo?... Es perfectamente posible. Retorcido es pa eso y pa más!... Pero mira, conmueve contemplar semejante desvelo por hacer de mí una persona feliz! Con razón o sin ella, desde la objetividad o desde la alienación... pero feliz, feliz, FELIZ!
Cabeza mía... GRACIAS!.