
Biblioteca. Dentro, no fuera arrumbao en la escalera de entrada del salón de actos, como hago por las tardes-noches. Papá en la misma mesa que yo, leyendo periódicos atrasados -hay pan del día, aquí en La Curva, pero la prensa de hoy se lee mañana- y por sentarme en su misma mesa, en escuadra a una ventana por la que entra el fresco -no de espaldas a ella, que el reflejo en la pantalla te ciega, ni de frente, porque entonces es la luz directa la que te molesta- pues tengo una chiquilla tras de mí. Y también un chiquillo, caray con el chiquillo , quién pillara al dieciochoañero!... La cosa es que con esos ojos a la nuca no puedo hacer ninguna incursión porno. Bueno, poder sí que puedo, pero prefiero que no... bastante que soy modelo, como pa venir con esa papeleta al pueblo!... Que a ver, que no me voy a hacer ninguna paja en la cafetería abandonada de la Biblioteca Municipal en la que todos los Martes pasa consulta un podólogo... no... pero un alegrarse el ojo, un ir investigando para cuando yo me encuentre en mi casa solito, y tengo ya así el material preparado para ir a ello a hecho y ya sólo que de pelármela...
Empezamos a pensar que a Papá se le está yendo la cabeza. El plural se refiere a la hermana Directriz de Coro y al hermano Viajante. Seguro que mi hermana responsable lo ha ido hablando con todos, pero La Loca no es fiable en tanto no se medique la bipolaridad, y el Buenazo necesita de los subtítulos a la realidad que le pone su Santa, de modo que para estas cosas sólo quedamos los números 2, 4 y 5... y el 5 para mí que también un poquito de forma testimonial nada más, porque con eso de que vivo en el Foro y soy artista y mis ingresos de mierda son irregulares, se me trata -con razón- como al hermano que hay que contarle las cosas porque a los hermanos se les cuentan las cosas, pero que al final tampoco puede poner muchas pegas a nada, porque no puede costear ningún plan alternativo con sus propios dineros
Se cayó por las escaleras, el pobre, el pasado día 6. Eso sí lo cuenta con pelos señales, de donde se deduce que la pérdida de atención avanza despacito. Segura, pero despacito. Y que desde luego no ha sido ningún efecto de tener la cabeza en Ulán Bator lo que provocó el batacazo. Él cuenta, mi niño, que se despertó como tantas otras noches que no es capaz de dormir, y pensaba pasarse al saloncito que tiene arriba la casa de La Curva. Es una sala chiquitina, al mismo nivel que la habitación de ellos, y da paso a otras dos habitacioncinas, y tiene la tele de la casa. Iba el hombre a cabecear con las luces apagadas, delante de la pantalla, intentando no molestar a Mamá... Pero es descansillo traidor que tiene un escalón a trasmano, antes de entrar a esa sala a la derecha, previo al resto de la escalera,que baja ya toda entera a la izquierda... si del traspies el peso del cuerpo hubiera pendulado hacia la sala, no habría sido tanto susto. Pero no fue así, y rodó mi papi mi niño, como una pelotita, escaleras abajo. Todo el tramo principal de bajada, al completar dos tercios, tuerce de nuevo a la izquierda, cuatro escalones más. En ese recodo de la escalera hay incluso un saliente de piedra encastrado en el muro, que es un cancho de la base de la casa, que no se pudo quitar 0 que no se quiso. Papá cuenta cómo la tremenda caída no frenó al llegar ahí, sino que el cuerpo cambió de dirección con toda la fuerza con la que puede cambiar de dirección una bola de carne y huesos de metro sesenta y cinco y noventa y cinco kilos de peso. Y cómo fue consciente, al aterrizar en la entrada de la cocina, de que no se había abierto el tarro contra la piedra de la escalera... ni contra la escalera... ni ningún hueso... ni nada de nada...
Eran las dos de la mañana, mamá se levantó dando unos gritos que alguna vecina oyó. Sentó a papá a la mesa y le fue repasando miembros, dedos... al hombre en ese momento no le dolía nada. "Te hago una tila y nos vamos a la cama, te parece?... no ha sido más que el susto. No vamos a despertar a los chicos por ésto, que se ve que no te has roto nada. Y ya si eso mañana temprano les llamamos para ir a la residencia, a que te miren. Te parece?"
Al otro le pareció, y así hicieron. Papá por lo visto se quedó roque. Mamá del susto no pegó ya ojo. Pero vamos, que tengo padre porque Dios puso la mano!
Y por otra parte, era porque no conseguía caer dormido por lo que salió de la habitación, no? Porque quería caer dormido, aunque fuera delante de la tele casi muda... Pues mira, cayó. Y durmió!
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